domingo, 25 de marzo de 2012

Caperucita roja (según dos periodistas)

VERSIÓN 1
Fallece un lobo en extrañas circunstancias

Imagen de L.F.
La policía ha informado de la muerte violenta de un lobo de 6 años que responde a las iniciales de L.F. Según fuentes del caso, el animal habría recibido un disparo mortal y luego varios hachazos en el abdomen por lo que todo apunta a un ajuste de cuentas con algún leñador.

L.F., natural de la localidad del Bosque, estaba fichado y tenía antecedentes por suplantación de identidad y comerse a una abuelita. Este extremo aún no ha sido confirmado, pero podría tener relación con el extraño hecho de que el lobo vistiera un pijama de mujer cuando fue encontrado.

En estos momentos los restos L.F. están siendo analizados en el instituto forense y no se descarta ninguna hipótesis, como conexiones con el tráfico de magdalenas o el hurto de flores en el campo.


VERSIÓN 2
Muerte en el Bosque

Nada pasa en el Bosque, hasta que pasa... y pasó. A lobo L.F. la muerte le sorprendió con forma de bala; los hachazos post mórtem en el abdomen son la clave que trae de cabeza a los agentes ¿Quién quería matar al lobo? La respuestá está en otra pregunta ¿Por qué?

Un ajuste de cuentas con algún leñador podría responder a las dos cuestiones, pero de momento la policía no quiere descartar ninguna hipótesis, más aún cuando el cuerpo de L.F., de 6 años y natural de el Bosque, apareció vestido con un pijama de mujer.

L.F. era un viejo conocido de los agentes, suplantación de identidad e incluso comerse a una abuelita son solo algunos de los delitos que aperecen en su ficha. Nada pasa en el Bosque, hasta que pasa... y pasó. La muerte no entiende de cuentos.

Tópicos electorales

La imagen más buscada hoy por los periodistas no es la de los candidatos... No se equivoquen. Lo que verdaderamente nos pone a los periodistas y cámaras de este país un día como hoy es grabar una pareja de monjas llevando el voto hasta la urna.

Una vez que lo hemos conseguido podremos decir hasta la saciedad que es la fiesta de la democracia, podremos reclamar la total normalidad sin incidencias (no confundir con la normalidad con incidencias)... y nos llenaremos la boca con esa palabra que solo usamos una vez cada cuatro años: escrutinio, que mola mucho más que recuento o balance.

Y es que hoy no es un día cualquiera, lo de hoy es una jornada... Y no porque los ciudadanos voten, sino porque ejercen su derecho al voto, que no es lo mismo.

Bromas aparte, es un día para sentirse orgulloso de ser periodista ¡Ánimo a todos los compañeros que hoy están trabajando!

viernes, 16 de marzo de 2012

Larga espera, cita corta

El título del post es el título de un estupendo cortometraje de Rafatal y me viene al pego para explicar lo que quiero contar.

Camino de Chiclana... o de Huelva, o de Córdoba... qué más da 100 km que 150. El hecho es que ponemos rumbo a un directo. De viaje una hora, o quizás una y media.

Llegamos a la ciudad, que no al punto de directo y veinte minutos más o menos para encontrar el sitio. Allí nos espera la unidad móvil. Qué pasa Victor, Borja, Rafa o Antonio ¿A qué hora es la conexión? A las 21:19. Puffff... Aún quedan dos horas, o una y media, qué más da si es solo tiempo, si no tenemos que grabar.

Un café, o quizás dos ¿Cerveza? No que se me traba la lengua luego. Bueno, una y no más. Risas y más risas. Debates... ¿El Sevilla? Ahí va ¿El Betis? Ahí va ¿El periodismo? Ahí va ¿Tu hermano? Por ahí viene. Oye no llaman, pues yo no voy a llamar.

El pinga puesto, del 20 al 30 ¿por qué será? Probamos sonido, mira a ver esa luz, venga 4 minutos, 2 minutos, 1 minuto...

-Oye
-¿Sí?
-No te pases de 20 segundos...

... y ni uno más. Bueno quizá fueron 25. No sé, quizá más. Gracias. Gracias. Gracias. Un abrazo y de vuelta. Una hora o una hora y media, qué más da. Larga espera, cita corta... 20 segundos a veces merecen la pena y si no... pues a aguantar.

5 cosas que hace un periodista por la mañana en Sevilla...

1. En la cama escucha en la radio los problemas de la reforma laboral
2. En el salón ve en la televisión las imágenes de un conflicto internacional
3. En el bar lee en un periódico la última trama de corrupción destapada
4. En la oficina busca en las agencia el suceso de última hora
5. En la calle... hace una noticia de calor.

domingo, 4 de marzo de 2012

Mi reloj de periodista...

Mi reloj no tiene agujas, tiene noticias que van jugando con el tiempo... y alargan las horas de las esperas y acortan los minutos cuando llega el momento.

Mi reloj no entiende del tiempo, pero sabe de actualidad y sabe de sucesos, sabe que un partido no dura 90 minutos y sabe que la muerte es rápida y los entierros eternos.

Mi reloj no marca las horas, marca acontecimientos. A las 12 un pleno, a las 10 en el ayuntamiento, y si cuadra entremedias un café para parar el tiempo.


Mi reloj no sabe del tiempo y aún así sabe que siempre debe llegar el primero.

Yo le debo al periodismo...

Foto: Rafa Toro
Yo le debo al periodismo las horas de sueño y las de infierno; las prisas, el caos y los nervios. Le debo gritos, le debo miedos, le debo el peligro de meterme donde no debo.

Yo le debo al periodismo vivir lejos de casa, dormir donde no quiero y hablar cuando no me da la gana. Le debo un horario que no cuadra, trabajar festivos y un móvil que nunca se calla.

Pero también le debo compañeros que no fallan, amigos que dan la cara. Le debo caminar por la actualidad como camino por mi casa y le debo que mi vida sea distinta cada mañana.

Yo al periodismo le debo dar las gracias por acostarme cada día sabiendo que no sé qué pasará mañana.

Tú eres periodista...

Hay quien vive de ejercer el periodismo, hay quien vive de soñar con ejercerlo y hay quien simplemente vive del periodismo sin hacer nada o casi nada... De los primeros hablo siempre, de los últimos no escribiré una palabra, pero en medio hay una raza entera a la que quiero dedicarle estas líneas.
  • A los amigos con los que estudié y que un día años después me dijeron eso de "tío, te veo por la tele, qué suerte... yo al final no encontré nada y trabajo en otra cosa"...
  • A los becarios que acompañé y me dicen eso de "tío, qué envidia... no hay nada, voy a tener que empezar a trabajar de otra cosa"...
  • A los compañeros con los que trabajé y me dicen eso de "tío, qué putada... echo de menos estar ahí en la calle pero es que ya no me llaman"...
A todos les digo "tú eres periodista" porque para mí es más periodista el que lo siente sin ejercerlo, que el que lo ejerce sin sentirlo... que de estos tampoco nos faltan.